martes, 1 de febrero de 2011

Necesito más orden que el que tú necesitas, más predictibilidad en el medio que la que tú requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir.


La predictibilidad da seguridad a cualquier persona.  El saber con lo que nos vamos a enfrentar o encontrar nos hace sentir más confiados.  Podemos prepararnos o repasar lo que podemos hacer o decir y así tener una buena actuación en cada circunstancia que nos toque vivir.  A mejor desenvolvimiento más seguridad. Todos tenemos rutinas y rituales.  Rutinas para asearnos, vestirnos, cocinar, practicar deporte, etc.etc.  Rituales religiosos, sociales y hasta de alcoba. 

En las personas autistas sus rutinas son fuente de seguridad aunque algunas veces ya les produzcan ansiedad si no las pueden realizar.
Son fuente de seguridad para ellos porque en un momento inicial cuando las realizaron tuvieron buenos resultados, los hicieron sentir bien y por lo tanto sentirse seguros.  Su rigidez (otro rasgo que los caracteriza) no les permite comportarte de manera flexible cuando cierta rutina no la pueden realizar y de ahí viene su ansiedad.

Con el pasar del tiempo y a través de su vida si no los cuidamos y les encaminamos bien en sus actuaciones se pueden tornar en un sin número de rutinas que cada vez los va convirtiendo en seres más rígidos e inflexibles.  Esta situación les lleva a alejarse de la realidad de una convivencia integrada y adaptada en los ambientes familiares y sociales donde les toca vivir. Para evitar esto en lo posible cuando vemos que se puede instalar una rutina en sus conductas no debemos permitir estas repeticiones y guiarles a realizar esa misma tarea o actividad con ligeras variaciones para que se den cuenta que igual pueden llegar a alcanzar los mismos resultados.

Cuando ya esté instalada algún ritual o rutina en sus comportamientos negociar un cambio en alguna otra actividad que al autista le agrade a cambio de la flexibilidad que le pidamos que tenga en su rutina.  Por ejemplo, si ese día no va ir a la escuela como normalmente hace en el transporte del centro a donde asiste, le puede hacer un trueque por alguna situación que le agrade como ver un tiempo de tv en la hora que usted acuerde, o que la persona autista mismo escoja el cambio que quiere hacer.  Si esto lo hace con anterioridad a la alteración de su rutina que le estamos exigiendo le será más fácil acceder sin ansiedad.

Si hacemos  estas dos recomendaciones con regularidad sin sentirlo los estamos convirtiendo en seres más flexibles y a la vez más relajados y aptos para estar integrados en la comunidad a la que pertenecen.  Ellos/as cada vez ya no tendrán que aferrarse a nuevas rutinas porque serán seres más relajados y seguros.  También nos ocasionarán menos tensión y nos dará satisfacción de los logros obtenidos.