lunes, 3 de enero de 2011

4. Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuando he hecho las cosas bien y ayúdame hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a ti: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.


¡Otra recomendación!  Si, para poder llevar una vida placentera con las personas con autismo hay que siempre estar aprendiendo, ese es nuestro reto.  Ellos han venido a cumplir con una misión en sus vidas y capaz que ésta sea su misión: SACARNOS A TODOS DE NUESTROS ESQUEMAS Y DEJAR DE SER RÍGIDOS, con ellos debemos de ser capaces de ser siempre flexibles, de estar siempre atentos y alertas porque sólo así sabremos reaccionar adecuadamente en cualquier circunstancia que se presente con ellos.
Compartir el placer, ¿quién no quiere llevar una vida placentera? Todos, inclusive ellos, sí porque como habíamos dicho anteriormente, ellos sí tienen sentimientos y emociones.
Otro de los fundamentos básicos para ellos es EVITARLES COMETER ERRORES.  Un error, si no tenemos bien plantados los pies sobre la tierra nos disminuye a cualquiera la autoestima, de alguna forma  puede decirnos internamente “no puedes”, “no eres capaz” o de forma más ruda “eres un tonto”, “no vales para nada”, etc., etc.  Ellos por su condición han recibido en menor o mayor cantidad según su circunstancia mensajes directos con estos calificativos desde las personas que están a su alrededor.  Su autoestima no está muy bien librada y luego ellos mismos se los repiten a sí mismos.  Por lo tanto, es bueno que de forma consciente tratemos de hacerlos sentir bien para que puedan  aumentar su autoestima y de alguna manera disminuir el déficit que en cierto sentido sus vivencias les han provocado.
¿Cómo podemos hacerlo? Exigiéndoles solo un poquito más de lo que normalmente ya han logrado hacer por sí solos/solas.  Nosotros llamamos a esto “trabajar en la zona de desarrollo apropiada”.  Ellos, si nosotros realmente los conocemos y estamos conscientes de sus habilidades, puede hacer ya muchas cosas y bien.  Bueno, pues en base a eso que SÍ pueden hacer los llevamos poco a poco a que puedan hacer más pero no exigiéndoles de forma extrema algo mucho más complicado.
Por ejemplo, si están aprendiendo a desvestirse.  No se les exige desde el primer momento que hagan toda la tarea. Se inicia por que aprendan a que se saquen los zapatos por sí solos y el resto se les ayuda, y aún más, el sacarse los zapatos puede enseñárseles en varias etapas: primero que se puedan desatar los cordones o abrir el velcro (mejor zapatos que se sujeten con velcro, es más fácil), luego que con su mano puedan hacer fuerza para sacarlos del pie. Luego siguen las medias y así sucesivamente, poco a poco si se les tiene paciencia y dejamos que ellos/ellas ejerciten múltiples veces irán aprendiendo esta habilidad que pareciera tan simple para cualquiera, el desvestirse.  Les afirmo que si lo hacen así lo terminarán haciendo y sin haberlos sobreprotegido o por el contrario exigido demasiado y estropeado.
IMPORTANTÍSIMO, cuando vayan realizando cada una de las etapas por insignificantes que sean hacerles sentir bien, decirles que lo han logrado, que pueden, enviarles un mensaje positivo de cualquier manera que ellos/ellas lo acepten (caricias físicas, halagos, pequeños premios, etc.).  Si siguen este camino para enseñarles verán que la vida de ellos/ellas y la de usted será más placentera y agradable.
Generalmente al criar y enseñar a las personas con autismo las sobreprotegemos o les presionamos demasiado.  Los dos extremos no son tan buenos y no son el camino indicado para hacerlos madurar.